Este fic contiene recreación y especulación sobre hechos del pasado. No tiene spoilers. Todos los lugares y personajes pertenecen a G.R.R. Martin excepto los creados por mí.

sábado, 7 de septiembre de 2013

EPÍLOGO. PROMESAS DE REDENCIÓN (AÑO 298)


Siguió empleándose como mercenario durante varios años gracias a una fama que se ganó a pulso. Pasaba de los cuarenta y sabía que le quedaba poco tiempo para seguir con ese oficio. Siempre que podía practicaba con la espada para mantenerse en forma, pero su físico revelaba la edad: cada vez le quedaba menos pelo en la cabeza y el rostro estaba surcado de arrugas profundas, mientras que la barba presentaba algunas canas.  


Volvía de una cita con un posible cliente cuando vio a un jovenzuelo sentado a la puerta de su casa. El chico se puso de pie al verlo acercarse. “Perdonad, señor, ¿sois Ser Jorah Mormont, de la Isla del Oso?” Jorah levantó una ceja. “Depende de quién pregunte y para qué.” El desconocido le mostró un pergamino enrollado y sellado con un venado coronado, el símbolo del rey Robert. El corazón le dio un vuelco: habían dado con él y lo ajusticiarían. Tomó el pergamino y le dio unas monedas al muchacho, que desapareció al instante.
Abrió el mensaje dentro de su casa. La letra era elegante, incluso relamida, como el lenguaje del texto que había en él.
“En nombre de Robert  Baratheon, el primero de su nombre, Rey de los Ándalos y los Rhoynar y los Primeros Hombres, Señor de los Siete Reinos y Protector del Reino.
A Ser Jorah Mormont, señor de la Isla del Oso, se le hace saber que nuestro amado Rey ha ordenado conmutar la pena de muerte que pesa sobre vos por el perdón y el fin de vuestro exilio.”
Jorah tragó saliva y sintió el corazón acelerado. ¡Podía volver a casa otra vez! Siguió leyendo.
“Nuestro magnánimo Rey ofrece este perdón a cambio de la información sobre los últimos dragones que puntualmente iréis enviando. Para ello, debéis trasladaros a Pentos, donde Viserys Targaryen, el Rey Mendigo, ha acordado el matrimonio entre su hermana Daenerys y Drogo, khal del khalasar más grande de la historia, con la intención de obtener un ejército que les ayude a reconquistar el Trono de Hierro.”
¿Daenerys Targaryen? Seguramente se trataba de ese bebé que se salvó junto al príncipe Viserys de la ira de Robert. Y la iban a casar con un dothraki, un señor de los caballos, es decir, un salvaje. Jorah calculó que la muchacha no debía tener ni quince años. Lo que se le pedía era parecido al oficio que había desempeñado hasta el momento, así que no se lo pensó dos veces. En otro tiempo deseó la salvación de los niños dragones, pero ahora se le estaba ofreciendo la posibilidad de regresar a su casa y devolver el honor a su familia. Se había pasado toda su vida pensando en los demás y era hora de pensar en sí mismo.
La nota, firmada por el Consejero de los Susurros, Lord Varys, terminaba con las instrucciones para recoger el dinero que necesitaría para su viaje. Por lo que se decía en el mensaje, el Consejero de la Moneda había hecho grandes esfuerzos para pagar el primer sueldo de Jorah como espía y sólo recibiría más cuando enviara noticias. Por esa razón se le instaba a ser rápido en informar y cuidadoso con los gastos.
Diez días después estaba en Pentos. Se llevó consigo un jubón que había mandado hacer después de que Lynesse se fuera de casa para convertirse en la concubina de su amante. Representaba los colores y el emblema de su casa. Lo encargó para vestirlo el día que pudiera regresar a la Isla, pero le pareció adecuado lucirlo delante de los Targaryen. De esa manera verían en él un aliado y no un espía.
En Pentos contactó con Illyrio Mopatis, el protector de los jóvenes, y con Viserys. Jorah puso su espada a disposición del Targaryen la noche que vendieron a Daenerys a Drogo. La vio de lejos y parecía asustada. Era menuda, aunque presentaba las redondeces propias de la niña que empieza a ser mujer. Su piel blanca resaltaba entre el color moreno de los dothrakis, y el pelo relucía como la plata recién pulida. Ese día no pudo acercarse a ella. La mejor excusa para presentarse ante la joven y ofrecerle sus servicios sería en la boda. En Lys había estado pensando en qué podía regalarle a una futura khaleesi, cuando recordó los libros que trajo de la Isla. Nunca iba a tener hijos, así que qué mejor destino que las manos de una joven procedente de Poniente que apenas había pisado su lugar de origen. En esos momentos Jorah se acercaba al lugar donde se estaba celebrando el ritual del matrimonio.
Los dothrakis tenían una ceremonia matrimonial muy curiosa, llena de violencia, sexo, sangre y muerte. La excitación se palpaba en el ambiente y todos aplaudían las luchas que se estaban produciendo en la arena. Jorah llegó a contar doce muertos, todo un honor para la novia según las costumbres de los señores de los caballos. Jorah se fue aproximando a la tribuna de tierra donde estaba sentada Daenerys. 

El sol ya se estaba poniendo y era el momento de ofrecer los regalos a la nueva khaleesi. Daenerys había recibido esclavas, pieles, joyas,… Llegado su turno, se sintió un poco avergonzado por lo que iba a entregarle. Con la cabeza baja, puso los libros a los pies de la muchacha. “Es una nadería, princesa, pero un pobre exiliado no puede permitirse más.” 

Al levantar la vista, contempló por primera vez de cerca el rostro de Daenerys. Era muy bonita y más blanca de lo que él creía. Sus ojos violáceos estaban abiertos de par en par observando los viejos tomos que Jorah le regaló. Tenía entre sus dedos la flor seca de la tumba de Serana. “Oh, esto es un tesoro vuestro, si no me equivoco”, dijo devolviéndosela. “¿Sois de Poniente, ser?” Turbado por la voz de la khaleesi, respondió que sí. “Soy Ser Jorah, de la Isla del Oso, a vuestro servicio y al de vuestro hermano.” Daenerys lo contemplaba con una sonrisa cálida. Era sólo una niña, vendida como un objeto a cambio de un ejército. Notó que ella tenía los ojos un poco enrojecidos y la piel erizada. Después de la entrega de regalos venía la consumación del matrimonio y sintió pena por la joven. Illyrio Mopatis se acercó con su regalo: un cofre lleno de los mejores terciopelos y damascos de las Ciudades Libres. Sobre ellos había tres objetos extraños: huevos de dragón petrificados. Parecían unas joyas raras y exóticas. El último regalo fue una yegua blanca que Drogo dio a Daenerys. Montada en ella, siguió a su esposo hacia el lugar donde se consumaría la unión. 

Jorah se quedó mirando largo rato el punto del horizonte donde la pareja había desaparecido. La actitud de la muchacha le había sorprendido. Siendo apenas una adolescente tenía el porte de una auténtica reina. Miró hacia Viserys, que estaba medio borracho y sobando los pechos de una dothraki, y deseó con todas sus fuerzas que nunca llegara a Poniente. No era más que una copia de Robert con sangre de dragón, mientras que la niña de pelo plateado que se alejaba con el khal tenía un aura especial. Quizá ella no se había dado cuenta, pero Jorah vio en Daenerys a la única persona capaz de sentarse en el Trono de Hierro.

8 comentarios:

  1. Como siempre, gracias a todos los lectores que han seguido este fic. A pesar de que la historia del personaje no es lo más alegre que uno pueda leer (como pasa con todo en "Canción de Hielo y Fuego"), me siento satisfecha del resultado y de la acogida que ha tenido.

    He modificado algunas circunstancias un poco, aunque muchas de ellas no están demasiado claras en realidad y por eso no afectan a la historia canónica en general. El único personaje que he tenido que crear en cierta manera ha sido el de Serana, la primera esposa de Jorah, de la que no se sabe ni el nombre. Ha gustado a los lectores y eso me alegra.

    Y con "El Oso Solitario" creo que me despido del mundo literario-fanfiquero. Fue un placer compartir todas estas historias con ustedes.

    ResponderEliminar
  2. Perfecto el final de esta historia. Creo que lo has dejado todo bastante bien cuadrado en cuanto a fechas y a la trama del oso castañoso.

    Por tu comentario, lo que veo que has cambiado un poco con respecto al libro es la relación entre Eddard y Jorah. No al principio, pero sí al final, ya que el oso nunca habla muy bien de los Stark al sentirse resentido con ellos por el tema del exilio. Pero al dejarlo así queda bastante mejor. Eddard sigue siendo el hombre honorable incapaz de culpar a un hombre que considera inocente, y Jorah sigue siendo un calzonazos que sigue a Lynesse/Paris como un bobo. Así que perfecto e_e

    Por lo demás lo veo todo calcado al libro, y como dices, la creación de Serana podías hacerla tal y como quisieras. Y a mí me ha encantado, tanto ella como su nombre (no sabía que te lo habías inventado, jajaja). Para mí creo que ha sido mi personaje favorito de este fic :)

    Muchas gracias por regalarnos esta historia, siempre es un placer leerte porque se hace muy ameno e interesante. Y, como te dije hace unos días, espero que no sea tu último fic ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por todos los comentarios que has ido haciendo a lo largo del fic :) Ahora me toca a mí fangirlear con Taigüin, aunque me espero un final de mucho llorar :(

      En cuanto a los cambios, hay varias cosas que no están muy claras: cuándo se va Jeor al Muro, si fue él y no Jorah el que estuvo en la Guerra del Usurpador, si Eddard llegó a ofrecer a Jorah vestir el negro... En "Juego de Tronos" Eddard recuerda que hizo un largo viaje hacia el oeste para castigar a Jorah y éste ya había salido de la Isla huyendo. Es decir, que no fue Eddard quien lo envió al exilio, sino que Jorah se fue para no ser castigado.

      En general siempre intento ser canónica y respetuosa con lo que Martin ideó. Por cierto, Martin... Cinco fics en un año. A ver si se te pega algo, jajaja.

      Eliminar
    2. Jajajaja, desde luego, Martin debería aprender de tu rapidez... y yo también, jajaja.

      Espero que mi fic te siga dando alegrías, fangirleos y, porque no, alguna que otra lagrimita. Si un fic transmite esos sentimientos significa que está bien escrito y narrado.

      Y gracias por esa aclaración sobre Eddard y Jorah, no lo tenía del todo claro xD

      Eliminar
  3. Final clavado. Me ha gustado cómo has descrito el paso del tiempo en su físico, y también me ha encantado que el jubón fuera con los colores de su casa, es algo muy simbólico desde mi punto de vista.
    Y la boda de la dragoncilla y cómo la conoce... todo.

    Me ha encantado leer esta historia. Cuantos sentimientos han cabido en cada capítulo. Esperando que te veas pronto con ganas y te arranques con otro.

    Siempre tu lectora:

    Cristina.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Kahlan, como siempre, por tus lecturas previas, y a Cristina por sus comentarios tan sentidos :) Me alegro de que hayas disfrutado de la historia, a pesar de que es bastante triste. De momento no tengo nada en mente, pero Kahlan y Elora ya me andan picando con alguna cosa, jajaja. Si me decido, tendrás noticias, ya lo sabes :3

      Eliminar
  4. Me ha gustado pese a que el personaje de Jorah no me agrada mucho pero es genial saber la historia. He sentido mucha pena por lo de Serana sobre todo y mucho asco en la parte de Lynesse. Ya sabes que soy de post lectura xD te debía el comentario hace dos días pero estaba muy ocupada con las prácticas, mucho trabajo.
    En resumen, está genial y me ha gustado mucho! Sigue así, espero ver una nueva historia tuya pronto, quizás la historia de Rhaella xD O de Brandon Stark!
    Un beso guapa!

    ResponderEliminar